Desgarros del Ligamento Cruzado Anterior (LCA)

El LCA es uno de los principales estabilizadores de la articulación de la rodilla. Cuando este ligamento se desgarra, pueden aparecer dolor, inflamación e inestabilidad en la rodilla. Estos síntomas pueden dificultar y hacer dolorosos los movimientos como caminar, correr, agacharse y subir o bajar escaleras. 

El tratamiento para un desgarro del LCA depende de la gravedad y ubicación del desgarro, así como de la edad y nivel de actividad del paciente. Los desgarros significativos del LCA pueden requerir cirugía para restaurar la función. La fisioterapia desempeña un papel importante en la rehabilitación de todos los desgarros del LCA, ya sea que se necesite cirugía o no. 

Hay dos opciones para la cirugía de un LCA desgarrado: una reparación del LCA reinserta el LCA desgarrado al hueso, y una reconstrucción del LCA reemplaza el LCA desgarrado con un injerto de tendón. 

La cirugía del LCA se realiza mediante una artroscopia de rodilla, una técnica mínimamente invasiva que usa pequeñas incisiones, una cámara y pequeños instrumentos para reparar o reconstruir el LCA. Las técnicas más recientes e implantes innovadores continúan ayudando a los pacientes a volver a la actividad de manera rápida y segura. Si se requiere una reconstrucción, puede ser necesario recolectar y preparar un injerto de tendón. 

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