Los ligamentos colaterales se encuentran a los lados de la rodilla e incluyen el ligamento colateral medial, o MCL, y el ligamento colateral lateral, o LCL. Mantienen la rodilla estable y evitan el movimiento excesivo hacia los lados.
Desgarros del Ligamento Colateral Lateral (LCL) y Medial (LCM)
El MCL está ubicado en la parte interna de la rodilla, mientras que el LCL está en la parte externa. Ambos ligamentos ayudan a mantener la estabilidad de la rodilla. Las lesiones en estos ligamentos importantes son comunes con el contacto directo o con movimientos rápidos de giro o torsión cuando el pie está apoyado. Cuando uno de ellos se estira demasiado o se desgarra, puede causar dolor e inestabilidad.
Aunque una rotura del MCL es más común que una del LCL, el tratamiento para ambas lesiones es similar. Muchas roturas de los ligamentos colaterales pueden sanar con reposo y fisioterapia. Pero si la rotura causa dolor significativo e inestabilidad en la rodilla, puede ser necesaria una cirugía para dar soporte a la articulación de la rodilla.
Durante la cirugía de MCL o LCL, se realiza una incisión en la rodilla para acceder al ligamento desgarrado. El cirujano repara o reconstruye el ligamento usando suturas o un injerto.
