Los meniscos son pequeños discos de cartílago que absorben impactos dentro de la articulación de la rodilla. Los desgarros de menisco pueden ocurrir debido a lesiones por torsión con el pie apoyado o desarrollarse gradualmente por el desgaste con el tiempo. Generalmente, los desgarros de menisco causan dolor en la rodilla e inestabilidad.
Desgarros Meniscales
Los meniscos desempeñan un papel importante en el soporte de la articulación de la rodilla para un movimiento sin dolor. Los desgarros de menisco pueden causar dolor en la rodilla, hinchazón, reducción del rango de movimiento e incluso bloqueo de la articulación de la rodilla, lo que puede hacer que las actividades cotidianas sean incómodas.
El tratamiento para un desgarro de menisco dependerá de la gravedad y ubicación del desgarro. Algunas áreas del menisco pueden sanar con descanso y fisioterapia. Otras áreas son mucho más lentas para sanar y pueden requerir cirugía para tratar un desgarro de menisco.
Existen diferentes tipos de cirugía disponibles para tratar los desgarros de menisco. Se puede realizar una meniscectomía para recortar una porción del menisco desgarrado, o una reparación de menisco para suturar el menisco desgarrado.
La cirugía para un desgarro de menisco se realiza mediante artroscopia de rodilla. Esta técnica mínimamente invasiva utiliza pequeñas incisiones, una cámara y pequeños instrumentos para recortar o reparar el menisco desgarrado. Las técnicas más recientes para la reparación del menisco dejan pequeños implantes de sutura para ayudar a mantener el menisco en su lugar mientras sana.
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